Trabajando mi autoestima

autoestima

Por V. Goenaga

Autoimagen y autoestima:

La “autoestima” es la valoración que hago de mí mismo sobre la base de las sensaciones y experiencias que he ido incorporando a lo largo de mi vida. Me siento listo o tonto, capaz o incapaz, me gusto o no. Esta autovaloración es muy importante, dado que de ella dependen en gran parte la realización de mi potencial personal y mis logros en la vida. Así, si me siento bien conmigo, y tengo una buena autoestima, soy capaz de enfrentar y resolver exitosamente los retos y responsabilidades que la vida me plantea. Por el contrario, si tengo una autoestima baja buscaré autolimitarme y me será más fácil fracasar en los objetivos que busco alcanzar.

Mi autoconcepto se va desarrollando poco a poco a lo largo de la vida. Cada etapa aporta en mayor o menor grado experiencias y sentimientos, que darán como resultado una sensación general de valía e incapacidad. En la infancia descubro que soy niño o niña, que tengo manos, piernas, cabeza y otras partes de mi cuerpo. También descubro que soy distinto de los demás y que hay personas que me aceptan y personas que me rechazan. A partir de esas experiencias tempranas de aceptación y rechazo de los demás es cuando comienzo a generar una idea sobre lo que valgo y aquello por lo que valgo o dejo de valer. Las creencias que tengo acerca de mí mismo, aquellas cualidades, capacidades, modos de sentir o de pensar que me atribuyo, eso es los que conforma mi “imagen personal” o “autoimagen”.

La adolescencia es una de las fases más críticas en el desarrollo de la autoestima. Durante esta etapa necesito forjar una identidad firme y conocer a fondo mis posibilidades como individuo; también preciso del apoyo social de otros cuyos valores coincidan con los míos, así como hacerme valioso para avanzar con confianza hacia el futuro. Es la época en la que paso de la dependencia de las personas a las que amo (la familia) a la independencia, a confiar en mis propios recursos.

Si durante la infancia he desarrollado una fuerte autoestima, me será relativamente más fácil superar esta etapa y alcanzar la madurez. Si me siento poco valioso, corro el peligro de buscar la seguridad que me falta por caminos aparentemente fáciles y gratificantes, pero que a la larga son destructivos como la drogadicción y la asociación con gente mala.

¿Tengo baja autoestima?

La baja autoestima está relacionada con una forma inadecuada de pensar. Las personas con baja autoestima tienen una visión muy distorsionada de lo que son realmente, y para rematar, estas personas tienen unas exigencias extraordinariamente perfeccionistas sobre lo que deberían ser y lograr.

Las personas con baja autoestima mantenemos un diálogo con nosotros mismos que incluyen pensamientos de:

Generalización. A partir de un hecho aislado me creo una regla general para cualquier situación y momento. Si he fracasado en algo concreto, ¡siempre fracasaré!

Designación global. Utilizo términos peyorativos para describirme a mí mismo en vez de describir el error concreto en su momento temporal. Digo, ¡que torpe soy!, en lugar de decir, ¡qué torpe fui en ese momento!

Pensamiento polarizado. Es el típico pensamiento de todo o nada en el que levo las cosas a sus extremos, a categorías absolutas, es blanco o es negro, estás conmigo o contra mí, lo hago bien o lo hago mal. No acepto ni puedo dar valoraciones relativas.

Sentimiento de culpa. Constantemente me asumo como culpable de todo. ¡Yo tengo yo la culpa, tenía que haberme dado cuenta!

Personalización. Supongo que todo tiene que ver conmigo y me comparo negativamente con todos los demás. ¡Tiene mala cara, qué le habré hecho!

Lectura del pensamiento. Supongo que no le intereso a los demás, que no les gusto, creo que piensan mal de mi aunque no tengo evidencia real de ello. Son suposiciones que fundamento en cosas peregrinas y no comprobables.

Falacias de control. Siento que tengo una responsabilidad total con todo y con todos, o bien siento que no tengo control sobre nada, o que soy una víctima desamparada.

Razonamiento emocional. Si así lo siento, así es. Me siento solo, sin amigos y creo que este sentimiento refleja la realidad sin detenerme a contrastarlo con otros momentos y experiencias vividas. «Soy un inútil», porque así lo siento.

Mejorando mi autoestima

Para mejorar la autoestima puedo hacer lo siguiente:

  • Convierto lo negativo en positivo. Invierto todo lo que parezca mal o que no tiene solución en cosas positivas y edificantes.

             En lugar de pensar / decir                        PIENSO / DIGO

             No hablaré                                               «Tengo cosas importantes que decir»

             No puedo hacer nada                              «Tengo éxito cuando me lo propongo»

             No esperes demasiado                            «Soy bueno»

             No soy suficientemente bueno                 «Haré realidad mis sueños»

  • No generalizo a partir de las experiencias negativas que pueda tener en ciertos ámbitos de mi vida. Acepto que puedo tener fallos en ciertos aspectos, pero esto no quiere decir que en general y en todos los aspectos de mi vida sea “desastroso”.
  • Observo las características buenas que tengo. Tengo algo bueno de lo cual me siento orgulloso. Lo aprecio y lo tengo en cuenta cuando me evalúo a mí mismo.
  • Celebro y tengo presentes los logros y éxitos que tuve en el pasado e intento tener nuevos éxitos en el futuro. Reconozco que puedo hacer cosas bien y que debo esforzarme por lograr los éxitos que deseo para el futuro.
  • No me comparo ni me siento “inferior” a otras personas, cada quien tiene sus propias cualidades que lo hacen único.
  • Confío en mi mismo, en mis capacidades y opiniones. Actúo siempre de acuerdo con lo que pienso y siento, sin preocuparme excesivamente por la aprobación de los demás.
  • Me acepto con mis cualidades y defectos, soy ante todo, una persona importante y valiosa.
  • Me esfuerzo por mejorar aquellos aspectos personales con los que no estoy satisfecho estableciendo metas realistas y alcanzables, esforzándome día con día.

Pero dejemos el asunto hasta aquí por el momento.

 El Autor es Maestro en Dirección de Empresas / Fundador de PDBC México / Consultor de Empresas / Creador de la Metodología PDBC para Administrar Recursos Humanos

Un Comentario

  • Juan Becerra Comentó:

    muy buen tema,lástima que fuera muy corto el artículo, ¿pueden recomendar bibliografía?,

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